El origen del relato de la canción se basa en la condena del conde Arnau, castigado por no pagar a sus mozos la cantidad de trigo que les había prometido. Al final de la canción, cuando la viuda le pregunta por qué vive en el infierno, el conde responde «para pagar malas soldadas». Por eso, y no por llevar una vida sexual agitada (cosa que el pueblo podía comprender y aceptar mejor), fue condenado el conde Arnau.

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